Colón y el cannabis

En Barcelona, al final de las Ramblas y no muy lejos de nuestro museo en la capital catalana, se honra al explorador Cristóbal Colón con una monumental columna. Aunque cada día cientos de turistas visitan el monumento y los vecinos lo llevan contemplando desde hace más de 120 años, hasta hace poco nadie había visto que esta columna está decorada con hojas de cáñamo. Dos ramas de cáñamo brotan del centro de la columna de 60 metros de altura y crecen hacia los pies de Colón.

¿Qué conexión existe entre Colón y el cannabis? ¿Acaso el explorador fue la primera persona en traficar con esta planta en las Américas, al igual que llevó el tabaco en su vuelta a Europa?¿Encendió un canuto con los habitantes precolombinos de San Salvador para celebrar con entusiasmo su llegada en 1492?

Sin cáñamo no hubiera llegado a las Américas

Cuando se escucha la palabra cannabis, la mayoría de la gente inmediatamente piensa en los efectos psicoactivos de la planta, bien sea fumada o por ingestión. Pero el cannabis es mucho más que un cultivo para colocarse. Es una de las plantas más versátiles del mundo. La fibra de cáñamo – una variedad de cannabis que produce largas fibras y contiene menos de un 0.2% de THC – puede ser tan resistente como una cuerda de ancla y tan suave como la seda. Después de la madera, el cáñamo era el material más utilizado en la industria de la construcción naval.

Por lo tanto, Colón nunca habría podido llegar al Nuevo Mundo si no hubiera sido por el cáñamo. Después de todo, las velas y las cuerdas de sus tres naves estaban hechas de fibras de cáñamo. Los huecos entre las tablas del casco del navío se rellenaban con fibras de cáñamo para hacerlo impermeable. Ninguna otra fibra natural puede resistir la fuerza del océano abierto y el desgaste del agua salada. Incluso la bodega de la nao insignia, la Santa María, estaba llena de semillas de cáñamo. No solo servía como comida rica en proteínas para la tripulación, sino que también la llevó consigo para el cultivo de cáñamo en tierras lejanas. Las lámparas usaban aceite de cáñamo para que Colón pudiera leer su Biblia, impresa en papel de cáñamo. En resumen, el cáñamo fue indispensable para la travesía de siete meses de Colón.

El cáñamo industrial hoy en día

Hoy en día, el cáñamo se utiliza en materiales de construcción y aislamiento, y en tableros y paneles de automóviles de lujo y lanchas de carreras. La planta es respetuosa con el medio ambiente de muchas maneras. Por ejemplo, para la producción de un kilo de fibra de cáñamo se necesita un 50 por ciento menos de agua que para la producción de un kilo de algodón. Además, el cáñamo es CO2 negativo. Es decir: durante su crecimiento la planta absorbe más CO2 de lo que emite. Así el cáñamo ayuda a reducir el efecto invernadero.