Este libro es la pieza más antigua de la colección del museo y la referencia más antigua al cannabis conocida en una fuente en holandés. Se trata del Cruydt-boeck (El Libro de las Plantas) de 1608, del catedrático flamenco de medicina Rembert Dodoens. El libro contiene una descripción detallada del crecimiento y desarrollo de la planta de cannabis, y de las numerosas aplicaciones medicinales e industriales que Dodoens conocía en aquella época. Nombremos algunas de estas aplicaciones: parece ser que el consumo de semillas de cáñamo hace que las gallinas pongan más huevos, mientras que, en los humanos, la semilla elimina la ictericia, y si se combina con vino blanco, cura un trastorno hepático. Con el aceite de cáñamo se curan todo tipo de tumores, y además sirve para alumbrar una lámpara. La leche o las sopas elaboradas con semillas de cáñamo ayudan a aliviar el dolor o los retortijones, y pueden usarse también como somnífero, pero -advierte Dodoens- consumidas en exceso provocan un sueño demasiado largo y profundo. Sin embargo, por suerte, una rama de cáñamo en la cama ahuyenta a chinches y pulgas.