Wakoku hyakujo
Cada aspecto del trabajo relacionado con el cáñamo, desde la siembra hasta el tejido, era trabajo “de mujeres”. Así, cuando a finales del siglo XVII Hishikawa Moronobu decidió retratar las costumbres y modales de las mujeres japonesas de la época, las hilanderas de cáñamo tuvieron un protagonismo importante. En 1695, un año después de la muerte del artista, se publicaron estas ilustraciones en el libro Wakoku hyakujo (Cien mujeres de Japón).
Según el investigador Robert Clarke, el procesamiento de la fibra de cáñamo en Japón sigue el mismo procedimiento que en Corea con una excepción importante. En lugar de remojar los tallos de cáñamo con vapor, los japoneses sumergen brevemente haces de tallos largos en agua hirviendo, extienden los tallos para que se sequen al sol y, más tarde, emplean una fermentación controlada para que las fibras se suelten del núcleo leñoso.