Durante dos semanas en el verano de 1977, más de 4.000 kilos de hachís amarillo libanés aparecieron misteriosamente en las playas sureñas de los Países Bajos. Los neerlandeses rebautizaron en broma la región litoral como la Costa del Hachís. El gerente de un chiringuito fue una de las primeras personas en encontrar una bolsa llena de hachís. «Sí, cuando lo tienes en tus manos, piensas por un momento que podría compensar perfectamente una mala temporada de verano. Un bañista me dijo que lo tenía que vender de extranjis, pero por supuesto predomina tu sentido común. » Aunque preferían entregar la bolsa a la policía que hacerse ricos con ello, el gerente del chiringuito y su esposa estaban impresionados por la fortuna que tenían guardada en un rincón de su chiringuito. «Nunca hemos tenido un cuarto de millón aquí», lamentó la mujer.